Como sabemos, la ginebra es uno de los destilados más famosos del mundo. Su elaboración proviene de cereales como el centeno, la cebada o el maíz, y que además se aromatiza con bayas de enebro o nebrinas. Pero ¿Qué sabemos sobre la historia de la ginebra? tal vez muy poco, para lo mucho que se consume.
En Bruni Collin’s queremos darte un repaso sobre los primeros pasos que dieron origen a una de las bebidas alcohólicas por excelencia. Por ello, sigue leyendo y descubre algunos datos sorprendentes.
El comienzo de la ginebra durante la guerra
Como varias de las bebidas alcohólicas que hoy conocemos, la historia de la ginebra comienza cómo uso medicinal en Países Bajos, como parte de la búsqueda de la cura a enfermedades en los riñones y problemas digestivos.
Durante la Guerra de Independencia holandesa en 1568 se popularizó la ginebra como medicamento, pues ayudaba a mitigar el miedo o sufrimiento durante los momentos bélicos.
La mágica bebida agregaba valor antes de salir al campo de batalla, algo que notaron sus aliados británicos que estaban maravillados con el comportamiento voraz de los holandeses. Tanto así que le llamaron el “coraje holandes”.
El éxito de la ginebra en Inglaterra
La receta fue llevada al Reino Unido, donde se popularizó rápidamente, sobre todo con la llegada al reinado de Guillermo III y María II, el cual tuvo inicio en 1688. La fabricación de ginebra se expandió por todo el país y para los años siguientes un cuarto de la población se beneficiaba de la producción del destilado.
La ginebra fue utilizada como herramienta política en contra de Francia. Entre 1689 y 1697, el reinado de Guillermo III promulgó leyes severas en contra de las importaciones francesas como aranceles altos para el coñac. Incluso, en un principio se prohibió el consumo de licores que no fueran ingleses. Todo esto por el conflicto religioso de Gran Bretaña y Francia.
Por otra parte, el gobierno fomentó la venta de productos hechos en el Reino Unido al ofrecer ciertos beneficios fiscales que llevaron la producción de ginebra a una escala industrial. Con el lema El Buen Cereal Inglés, el plan de ayudar a sus ciudadanos a destilar sus propios licores fue todo un éxito.
Pero, no fue hasta 1862 que se produjo una ginebra de verdadera calidad. Gracias a sus conocimientos químicos y científicos, el farmacéutico inglés James Burrough logró en Chelsea la fórmula ideal y creó el Beefeater, cuya famosa etiqueta está inspirada en los uniformes de los guardianes de la Torre de Londres.
La receta de Burrough establece un estilo que hasta la actualidad se conoce como London Dry Gin. Originalmente, la mezcla incluye ingredientes como enebro, ralladura de limón, cilantro, cáscara de naranja de Sevilla, raíz y semillas de angélica.
¿Qué fue la locura londinense por la ginebra?
Con objetivo cumplido, vino lo que se llama la London Gin Craze, que en español se traduce como Locura Londinense por la Ginebra, pero ¿realmente fue así? Para responder esto es necesario colocar un poco de contexto.
Los bajos precios de la ginebra hizo que por unos pocos centavos hasta los jóvenes de 15 años, que en ese entonces la ley lo permitía, pudieran obtener esta preciada bebida.
La fiebre por la ginebra llegó a tal punto que la mayoría reemplazó la tradicional cerveza por este destilado, ya que era más asequible, mayor cantidad y con más grados de alcohol.
A mediados del siglo XVIII la situación era insostenible para las autoridades, el éxito se transformó en disturbios y consumo excesivo en las calles. También incrementaron los problemas sociales, algo que retrató perfectamente el pintor William Hogart en su obra Gin Lane, un cuadro donde se puede observar distintas situaciones deplorables.
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